Por: Rommy Morgado (Chile)
¿Sabes? A veces te escucho llorar, sobre todo en las noches, parece que algo no anda muy bien y también parece que soy la causa de tu angustia. Otras veces siento tu carcajada de lejos, incluso cuando procuro dormir a mitad de mañana o en mitad de mi nado nocturno, en ese momento las aguas de por si se tiñen más turbulentas, pero siempre te siento cerca.
Estoy prisionera en estas paredes, tan amistosas por cierto, pero prisionera al fin y al cabo, no tengo mucho que hacer, tú siempre haces todo, bien o mal, pero siempre lo haces todo.
Has llorado mucho últimamente, el otro día escuché la pelea que tuviste con tu novio, fue fea y se dijeron cosas tan hirientes, recuerdo lo que le gritaste, algo así: pintaste mis labios de caricias y desvestiste mi intimidad, pero no procuraste no herirme y hoy te vas, aún sabiendo lo que has dejado dentro y aún amando como dices amar. Él te miró, pude sentir esa mirada que decía: Cobardes son los hombres, pues escasos saben amar, yo no. Luego mencionó un doctor M...., y tú lo hiciste callar, le gritaste llorando y riendo a la vez, de nerviosa creo yo. Estaba tan escondida que no me vieron ni escucharon, de repente se me escapó una patada a la pared de enfrente, pero ninguno de los dos le dio importancia, estaban muy ocupados.
Te confieso que no recuerdo el nombre de tu novio, como a veces tampoco quisiera recordar el tuyo, tu indecisión, tu duda, tus oscuros pensamientos, tu debilidad, quisiera olvidar aquellos intranquilos momentos. Hoy abrazo los días en que te veo feliz frente a un espejo, sonrió al verte de compras tan dichosa y preocupada por la cuenta, gozo tus duchas eternas de agua y crema, cremas para toda prevención de estrías. Añoro el día en que me veas tras esas paredes tan seguras que has forjado para mí y me mires llorando, llanto tranquilo y dulce.
El otro día compraste ropa de color blanco, estoy segura que intuyes mi color favorito, el mismo que el tuyo: rosado, por eso lo devolviste al otro día y por las dudas también llevaste un enterito lila, me pregunto si fue por si soy nutricionista igual que tú, o porque es el color que mi tata eligió para el dormitorio del recién llegado.
No llores más con angustia, llora de felicidad, porque te amo y me amas, sí me amas... Mamá: la espera terminó, voy a nacer...
Mi espera... tu espera
16:00
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