En esta 14a. edición de nuestros Escritores Seriales, seis nuevos relatos, y una nueva captura: Dayana de Venezuela.
Nuestro proyecto está sumando cada vez más adeptos, si esto sigue así será declarado como la próxima epidemia mundial: la influenza escorpiona.
Infectate con estos relatos:DRY MARTINI. El avión aterrizó con cincuenta minutos de demora. Se hacía tarde para mi cena de cumpleaños. Eran pasadas las siete pero aún no anochecía. Todavía tenía que llegar hasta el hotel, registrarme, desempacar, darme el masaje que formaba parte del paquete-regalo-de-cumpleaños, pasearme por el sauna y, recién después, encontrar un lugar donde celebrar la cena de mis cuarenta y cinco. Estaba obsesionada con que fuese en un sitio con vistas al Canal ...Leer más.
LA INICIACIÓN. La computadora se enciende. El vacío del navegador de internet empieza a sentir los latigazos de las letras que martillan huellas sobre los mismos pasos. Entra al chat. Una vez más, los adolescentes no la esperan. Como buena cazadora, estuvo explorando el terreno antes. Hasta ahora no hizo nada. Esta noche buscará su primera presa / El adolescente, de tan sólo dieciséis años, disfruta del silencio que invadió el departamento en el que vive. Sus padres ...Leer más.
MALDITA PLUMA. No he podido dejar de escribir desde entonces, cada vez que lo intento, la mano no me obedece. Ese día en que todo cambió, volví a sentir como la hoja en blanco se burlaba de mi incapacidad para concretar alguna idea. Cuando decidí describir lo que pasaba a mi alrededor en ese viejo café, observé que la escena no reflejaba nada interesante, hasta que hizo su entrada triunfal un tipo vestido impecablemente con un saco oscuro bien tallado sobre ...Leer más.
MUJER MIRANDO HACIA OTRA PARTE. Mirthala frente al espejo se recuerda: está casi igual que hace 10 años. Todo gracias a sus cachetes, los mismos de los que siempre se queja y vive amenazando con quitárselos para quedar como Kate Moss. Ya llegó el día. Ha esperado una década para ver de nuevo al “amor de su vida”: Edgardo Vega / Desde la graduación de prepa ya no supo de él. Mirthala se quedó en Nuevo León. Esperando por él en Guadalupe, yendo a cada antro ...Leer más.
TARDE DE COSTURA. Le dijo que había calcado mal el patrón. En el lado derecho, la línea que definiría la caída de la blusa no abarcaba la misma medida que la del lado izquierdo, era necesario voltear la tela y calcar de nuevo, antes de cortar. Taía la miró largo, como a veces hacía cuando se daba cuenta de algo que consideraba importante. A Teresa no le gustaba cuando ella hacía eso, aunque nunca llegaba a sentirse incómoda del todo, siempre se había ...Leer más.
TARDE O TEMPRANO TENÍA QUE SUCEDER. Dejé atrás la ciudad como una cicatriz de cristal en la espalda y enfilé hacia Arizona por la estatal 40 en el desvío de Montara Road. Para cuando quise darme cuenta, había recorrido ya más de treinta millas sin enterarme. Estaba cruzando el desierto. El maldito desierto de Mojave a las cinco de la madrugada: La definición total de un desierto / Llovía a ráfagas. El agua se mezclaba con el polvo formando ...Leer más.